martes, 28 de abril de 2009

Lost

Uno también se moderniza, y mira, aunque no sea el colmo de la novedad, he empezado a ver "Lost", la serie que se emite en cuatro. No obstante, yo la he tomado de manos de un hippie, que desde que tienen el plus en el salón ya no son lo que eran, dicho con cariño, claro está.
Repiten casi como un estribillo que todos tenemos derecho a empezar de nuevo y no hay mejor momento para hacerlo que después de un suceso que hace que tu vida dé un giro inesperado y te la vuelva toda del revés. Me resulta tan raro escribir sobre algo medianamente agradable, o incluso positivo, que parece que fuera otro quien hablase, pero la verdad es que tengo la sensación de que también yo he empezado de nuevo, una vez más. Estoy releyendo "El Lobo Estepario", instigado, cierto es, por un alumno, o más bien movido a ello por el hecho de que él esté ahora adentrándose en la turbulenta y pesarosa vida de Harry Haller. Como ya dije tiempo atrás quería volver a retomar esta obra que tanto daño y tanto bien me hizo en su momento, pues no me he atrevido en mucho tiempo a volver de forma completa sobre sus hojas, y ahora llevado hacia ella por motivos muy distintos, estoy disfrutando de ver que quizá esa vida de lobo estepario que un día llevé o creí llevar ha evolucionado y he podido amansar a la fiera. Hoy leía el Tractat del Lobo Estepario, y me alegra comprobar que dejé de ser un suicida con miedo a concluir sus inclinaciones. Este alumno, que ya en varias ocasiones me ha sorprendido gratamente, me preguntaba que por qué yo decía que en cierto modo era como Harry, pues nada, esta era una de las facetas que me unían a él.
Pero nada, todos tenemos derecho a empezar de nuevo, si ya dejé de ser tan lobo de la estepa como lo fui en el pasado, esperemos que el nuevo comienzo, que ya se empezó a fraguar hace un tiempo, traiga venturosos momentos. Por ahora me ha devuelto la dignidad en gran medida, al menos la necesaria para que yo mismo me sienta así en diversas facetas personales, amorosas (aunque efímeras y escasas), laborales...
Como siempre, no pretendo nada especial con decir esto, pero nada, aquí queda ya una actualización. Sólo agradecer al hippie que me haya traido "Lost" que al menos se prevén noches de entretenimiento y que en su día me presentó a Harry Haller, y también como no, a mi alumno que me haya incitado a volver de nuevo a retomar la obra de Hesse.