domingo, 27 de mayo de 2007

Jornada Electoral

Ha llegado el gran día de las elecciones locales y regionales, una fiesta más de la democracia, como muchos se afanan en proclamar. Personalmente estoy contento de que ya haya llegado el día de las elecciones, más que nada porque así acaba un periodo en el que se han dado cita los peores modales en la clase política, nuevamente se ha puesto de manifiesto que gana la democracia, como dicen los políticos, pero perdemos los ciudadanos. Lamentable ha sido, como cada vez que hay elecciones, el espectáculo que han dado los partidos mayoritarios, escarbando en las vidas de cada uno de los representantes de los partidos contrarios, para así decir lo malo que es tal o cual y lo mucho que lo vamos a sufrir todos si gana. Personalmente considero que la campaña ha adolecido de propuestas que reflejen que se busca el bien del pueblo y ha hecho gala de lo ámplio que es el vocabulario español en lo referente a insultos y descalificaciones gratuitas.
Para concluir la entrada lo haré con un párrafo de un discurso que Alejandro Jodorowsky en "Las Ansias Carnivoras de la Nada" (que me estoy leyendo ahora) pone en boca del general Pablusto Neruchet ("pensando" dice Jodorowsky "que Pablo Neruda y Augusto Pinochet, dos enormes egos, anverso y reverso de una misma moneda -la casa presidencial chilena se llama La Moneda-, podrían formar una entidad posible de llamarse Pablusto Neruchet, creé el personaje del General, exhibicionista televisivo, a la vez dictador obsceno y exquisito poeta"); este párrafo lo incluyo aquí, porque, creo, podría estar en boca de cualquiera de los personajes que a diario se dan cita en la palestra política de nuestro país, desde el más alto cargo al alcalde del menor pueblo de España, el discurso, que parafrasea el Sermón de la Montaña, dice así:
"¡Bienaventurados los ricos, porque de ellos será el reino de la tierra! ¡Malditos los que tengan hambre y sed de justicia, porque morirán desnutridos! ¡Malditos los que lloran, porque serán torturados! ¡Bienaventurados los sombríos de corazón, porque ellos me verán en carne y hueso! ¡Gozad y alegraos: estoy sobre ustedes, pero también estoy en ustedes! ¡Aleluya, soy el general!

4 comentarios:

SIE dijo...

Si es que se ha perdido el gusto hasta para insultarse, la gente ya ha olvidado esos elegantes circunloquios que dejaban al rival a la altura del betún... aaayy.

PD. La postcampaña es peor... ha ganado todo el mundo. Hay cosas que no voy a entender nunca.

Anónimo dijo...

Las locales son las propias de las locas?

Mavermo... Los girasoles ciegos dijo...

Perica entera, ¿todavía te quedan dudas después de haber visto como se desarrolla la campaña y las elecciones los resultados que han dado?

Anónimo dijo...

Una locura, desde luego...